De acuerdo con la OMS, la discapacidad es una condición del ser humano que, de forma general, abarca las deficiencias, limitaciones de actividad y restricciones de participación de una persona: Las deficiencias son problemas que afectan a una estructura o función corporal. Las limitaciones de la actividad son dificultades para ejecutar acciones o tareas. Las restricciones de la participación son dificultades para relacionarse y participar en situaciones vitales. Así, la discapacidad es un fenómeno complejo que no contempla al individuo de forma aislada, sino en su interacción con la sociedad en la que vive. Esta definición reconoce, por primera vez, el contexto social como factor determinante en la discapacidad de una persona. En los últimos años ha ido ganando más uso el término diversidad funcional, siendo considerado sinónimo de discapacidad, aunque se percibe como políticamente más correcto. Así pues, en relación con la definición dada por la OMS, se entiende que la diversidad funcional implica problemas que afectan a la estructura corporal, limitaciones para llevar a cabo acciones cotidianas y dificultades para mantener relaciones sociales con los iguales.
Tal y como hemos indicado anteriormente, no existe solo un tipo de diversidad funcional sino que podemos encontrar diferentes clasificaciones en función del tipo de problema en que se presenten dificultades. De esta manera, nos centraremos en detallar tres grandes tipos.
Todo aquel tipo de limitación generada por la presencia de una problemática vinculada a una disminución o eliminación de capacidades motoras o físicas, como por ejemplo la pérdida física de una extremidad o de su funcionalidad habitual. Este tipo surge en el contexto de problemas medulares, accidentes de tráfico, traumatismo craneoencefálico, enfermedad médica generadora de limitación física, amputaciones, malformaciones congénitas o accidentes cerebrovasculares.
Hace referencia a la existencia de limitaciones derivadas de la existencia de deficiencias en alguno de los sentidos que nos permiten percibir el medio sea externo o interno. Existen alteraciones en todos los sentidos, si bien las más conocidas son la visual y la auditiva. El término discapacidad visual puede englobar tanto la ceguera como problemas de visión más leves. La ceguera implica que la persona no ve nada en absoluto o, como mucho, puede percibir siluetas de luz. El término discapacidad auditiva es muy genérico, y se utiliza englobando a todas las personas que han sufrido algún tipo de pérdida en la audición. Esta pérdida puede ser profunda, como es el concepto general que se tiene de sordera, o también leve, como lo es la hipoacusia.
Se caracteriza por limitaciones significativas en funcionamiento intelectual y conducta adaptativa, implicando problemas de adaptación y dificultades de aprendizaje. Esto supone un desarrollo más lento. Los niños pueden tardar significativamente más comparado con niños de su misma edad en hablar, caminar, aprender habilidades de lectura y escritura, etc. Los factores detrás de los problemas intelectuales pueden ser muy variados, desde problemas cromosómicos, desnutrición o traumatismos craneoencefálicos.
Las TICs (Tecnologías de la Información y de la Comunicación) están compuestas por un conjunto de sistemas informáticos, dispositivos electrónicos y tecnológicos que se han creado con el propósito de mejorar los estándares de vida, incorporando innumerables ventajas a nuestra vida cotidiana y laboral. Por tanto, las TICs se caracterizan por tener un gran potencial como facilitadores de la accesibilidad cognitiva, gracias a su diversidad de contenidos en diferentes formatos, orientándose en las necesidades de cada persona y mejorando las habilidades relacionadas con el procesamiento de información. A continuación, una lista de aplicaciones móviles y webs de apoyo a personas con discapacidad.